te quiero vida, te quiero mar

La vida a veces parece el mar, un mar cura llevando la sal de sus aguas a las heridas de ojos, que por vendados o vendidos preferirán cerrarse al bucear, que cuando encontraron la salida y volvieron a abrirse escocían tanto que dolía al mirar.

Un mar brújula llevando botellas vacías, que un día fueron vistas como medicinas, a orillas donde niños construyen palacios.

Un mar depresivo escribiendo cartas de despedida, desgastando las rocas a las que acude a romperse, una y otra vez.

Un mar histérico escupiendo espuma en la arena

Un mar esquizofrénico gritando por las noches y a la vez siendo la música que escuchaba Beethoven cuando se quedó sordo, pero fuma invadiendo pueblos, ciudades, recuerdos con esa mezcla de olores que solo la sal lágrima y el agua océano puede crear.

Un mar dulce, que es niño, jugando a pillarse a la orilla, que es adolescente arrancando pasiones de verano

Un mar adulto capaz de tranquilizar la nostalgia

El mar anciano que hace doler menos los huesos, que hace que parezca menos duro andar, seguir adelante

Un mar historia de la que nunca sabes donde esta el final, que se entrega a la aventura que supone embarcarse, sabiendo que existe la posibilidad de encontrar América o de morir en el naufragio

Un mar vida, capaz de traerte la paz o la guerra, la calma o la tormenta

Un mar soldado pidiendo tregua... al temporal




Porque tú, has sido y serás mi mar preferido, mis lágrimas, mi pasión, parte de mí, que me ha ayudado a crecer, seguir, caminar, luchar, reír, llorar, durante estos cuatro años, este no es el fin, porque sin mar no hay vida, aquí me tendrás, tras el temporal, esperando que vuelvas a mi costa...

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