¿bicho raro?

TRABAJAR:
Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual.
Ejercer determinada profesión u oficio.
Aplicarse o dedicarse con esfuerzo a la realización de algo.


PROFESOR(A):
Persona que ejerce o enseña una ciencia o arte

Desgraciadamente, estamos en una época jodida, sí, jodida, arriba los vulgarismos, pero no me apetece amenizar la realidad cuando todos sabemos que es así, que la tasa de paro se dispara por las nubes, y vivir sin preocupaciones económicas en demasiadas casas ya no existe. Por eso todo aquel que tiene trabajo debería de apreciarlo más, dejando las quejas de lado. Yo siempre he sido un bicho raro, y he de admitir que desde los 20 años no he estado sin trabajar ni siquiera un mes. Y no me arrepiento, por mucho tiempo que me haya quitado. Estoy totalmente desacuerdo con toda esa gente que dice que del trabajo no se enriquece. Sí que se puede, pero para eso se necesitan muchos años e ir mejorando en empleos y ahorrar, no es fácil, pero poder se puede. Aunque yo no iba a eso, el trabajo enriquece muchísimo como persona, trabajar, sacrificarse, aprender, esa dedicación, ese esfuerzo.... que es cierto que el 90% de la población trabaja por el dinero, es lógico, y en eso no me voy a meter. Pero, pienso que no soy la única que le encanta ir a trabajar, que le llene, que le satisface, que le hace feliz....

En mi adolescencia tuve problemas, y tuve profesores que me apoyaron y me ayudaron muchísimo, y mientras la gente se burlaba de ellos yo les agradecía todo de por vida. Y es ahí cuando cada año he tenido algún profesor que me ha marcado, que me encantaba su forma de explicar, su forma de ser, su forma de ejercer, su forma de actuar con nosotros... y observaba, y lo admiraba, vuelvo a decir, soy un bicho raro. Mi sueño era ser así, coger una pizca de cada profesor que me marcaron y ser así, ejercer así, sueños. A causa de los problemas que tuve digamos que era muy reservada, muy vergonzosa, hablaba poco y explicándome era lo peor. Para mí ese fue mi mayor reto y por eso pensaba que jamás llegaría a ser profesora, porque no tenía capacidad de expresión, en la universidad fui aprendiendo poco a poco, abriéndome, y como era la típica que le iba bien, que estudiaba y me gustaba, vuelvo a decir, soy un bicho raro, todo el mundo me preguntaba todo, y cada vez me sentía mejor explicándoles las cosas y con el tiempo ya me abrí tanto en expresividad, soltura, como en carácter, cuestión de tiempo, pasito a pasito. 

Después de mucho tiempo y muchos sueños, puedo decir que lo conseguí, que soy profesora y estoy muy orgullosa de mi trabajo, porque es algo que siempre lo he deseado, siempre me ha llenado y siempre he admirado. Intento seguir el ejemplo de esos profesores que me marcaron, y joder si funciona, los alumnos, hay que conocerlos, hay que saber tratarlos, hay que saber llevarlos, tienes que saber darles confianza pero desde un margen. Observar y analizar, ser natural. Me encanta enseñar y explicarles todo, me encantan las matemáticas y la edad complicada de los alumnos. Me encanta darles charlas filosóficas sobre la vida y mientras que unos piensan "ya nos está comiendo la cabeza" otros piensen "joder, quiero ser así", los ojos de ellos lo dicen todo. Porque en la vida de todos hay algún profesor que nos ha marcado, y poder serlo, intentarlo al menos, es una gran satisfacción. De echo, cuando hablo con otros profesores y me dicen "estoy cansada ya, no se callan, les pillo con el móvil cada dos por tres, no me hacen los deberes, yo ya no se que hacer"  pienso ¿realmente estamos dando clase a los mismos alumnos? No son tontos, y saben cómo pueden actuar con cada uno. 

Pero hay una profesora que me dijo algo así como "yo no entiendo como no disfrutan más, ¿no es realmente genial?" y es ahí cuando me di cuenta de que sí, de que realmente es gratificante poder trabajar en algo que te llena.

Ojalá todo el mundo disfrutase tanto de su labor, ojalá todo el mundo se entregase al 100%, ojalá todo el mundo viese del trabajo más allá que dinero, ojalá todos con una sonrisa al trabajar...