porque muchas veces sobran las palabras...

Hay cosas que son muy difíciles de cambiar: amistades que aunque se disipan siguen presentes, amores que matan, o eso de que el amor cuando no muere mata, o que amores que matan nunca mueren, personas que han muerto, y sin embargo, su recuerdo está más vivo que nunca.

Existen también sonrisas de melancolía y lagrimas de felicidad, por eso no entiendo por que siempre lo relacionamos con lo contrario.

Joder, he visto llorar cada vez que triunfaba, y he visto sonreír cuando el mundo en realidad, se estaba yendo a la mierda.

Crecí siendo adulta y ahora cada vez soy mas niña, porque no sabéis cuanto añoro mi inocencia, que se caracterizaba por esa tendencia a creer que todo es posible, sentir esas mariposas que revoloteaban, y que ahora, han vuelto a ser orugas.

También he sido espectador, actriz y guionista, acabando a veces con el escenario y quemando un telón que ninguna culpa tenía de que el argumento no me gustase.

He ocultado para no hacer daño y fui sincera para herir en lo mas hondo del que me había bombardeado.
Muchos han dudado de que fuese capaz de hacer algunas cosas, y luego he brindado por ellos cuando he llegado a la cima y les he mandado un beso cargado de reproches.

Pero ahora, me da miedo mirar atrás, y ver que algunos errores no me sirvieron para nada, sino para darme cuenta de que la vida no es mas que una lucha, que no se luchar, pero todavía me mantengo de pie y no se por qué. Que respirar a veces puede ahogarme, y por eso odio profundamente las despedidas, porque llevan un mensaje subliminal, que grita que puede no haber mañana, porque de todos los vocablos que me llevan al cielo, la única que me da miedo es adiós


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