creer o no creer...
No creo en “la que está cayendo”. No creo en Gandía Shore. No creo en San Valentín. No creo en el Karma. No creo en el reggaetón. No creo en lo políticamente correcto. No creo en el horóscopo. No creo en la palabra “maridar”. No creo en los que son antipáticos con el camarero. No creo en aquellos que escriben sin tildes. No creo en la carne muy hecha. No creo en los que consultan el móvil en el cine. No creo en ninguna de las 50 sombras de Grey. No creo en el libro digital. No creo en los sitios en los que “está todo el mundo”. No creo en las felicitaciones por Facebook. Creo que es mejor pedir perdón que permiso. Creo en el amor. Creo en el lado frío de la almohada. Creo que lo importante no es caer, sino aterrizar. Creo que todos los días sale el sol, chipirón. Creo que las chicas son guerreras. Creo en montar las cosas sin mirar las instrucciones. Creo que es mejor ir al cine solo que mal acompañado. Creo que las Crocs son un atentado estético. Creo en los que hacen castillos en el aire. Creo en los que se lanzan a la piscina sin mirar la profundidad. Creo en las cenas alrededor de una mesa redonda. Creo que una mujer nunca puede ocultar cuando está enamorada. Creo en los tiburones. Creo en las jodidas historias de amor y en las historias de amor jodidas. Creo que nuestras vidas son cartas de una baraja rota. Creo que lo mejor está por llegar.
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