eternamente

increíble! sin palabras! sin poder evitar las lágrimas! gran lección de vida! gran lección de superación personal!

Te echo de menos, le digo al aire, te busco, te pienso, te siento y siento que como tu no habrá nadie y aquí Te espero, con mi cajita de la vida, cansada, a oscuras, con miedo, nadie me lo quita Tengo razones, para buscarte, tengo necesidad de hablarte Tengo razones, razones de sobra para pedirle al viento que vuelvas aunque sea como una sombra Tengo razones, para no quererte olvidar porque el trocito de felicidad fuiste tu quien me lo dio a probar Mis pies son como de cartón, que voy arrastrando por cada rincón Mis flores se mueren de pena Mis lagrimas son charquitos que caen a mis pies Te mando besos de agua, que hagan un hueco en tu calma Te mando besos de agua, para que bañen tu cuerpo y tu alma Te mando besos de agua, para que curen tus heridas Te mando besos de agua, de esos que tanto te gustaban

Cada vez mas sueño el sol, la oscuridad crece en mi habitación. Los últimos rayos de sol nos dicen adiós, los rayos más dulces de sol. El sonido de la lluvia al caer, es la nana mas bonita que he escuchado nunca. Tus ojos se cerrarán, igual que el telón de un teatro. En el primer respirar del amanecer, desapareceremos como si fuéramos polvo. Desagertuko gara, hautsa izango bagina bezala.

Que triste es no sentirse parte de ningún sitio. Que triste es no sentirse feliz y no ser capaz de hacer feliz a los que te rodean. Que triste es decepcionarte con todo y de todos. Que triste es no saber ya disfrutar de las cosas. Que triste es no lograr entenderte con quien quieres, porque a veces hablamos idiomas diferentes o vivimos en galaxias opuestas. Que triste es que no te entiendan, que te juzguen libremente, sin piedad ni compasión alguna. Que triste es que no valoren todos los esfuerzos que haces por intentar arreglar todo esto. Que triste es tener que mirar mucho al pasado y añorar cosas que te hacían feliz. Que triste es pensar que no vales nada ni estar a gusto contigo misma. Que triste tener que escribir esto y tener la necesidad de colgarlo. Pero lo más triste de todo es: ¡sentirse constantemente, triste!

Hubiese estado bien decirte aunque sólo fuera, la mitad de las cosas que pensaba de ti. Nunca te hubieras marchado de no ser por mí y mi incapacidad para mantener la mirada en un mismo lugar. No, nada de esto hubiera pasado. Encerré cada palabra dentro de mi pecho, tan profundo, tan tan profundo, que cuando las necesité apenas oyeron un susurro de auxilio. Tú no necesitabas un te quiero, un 'quédate' hubiera sobrado, pero yo soy gilipollas. Tengo tanta experiencia en perder oportunidades, que ya lo hago incluso con los ojos cerrados. Es como un juego en el que siempre ganas, pero nunca consigues nada. Al menos ahora debería serte sincera.  Siempre pensé que estarías aquí, pasara lo que pasara, por más veces que te tirara al suelo y luego me riera viendo como te intentabas levantar.. para volver a caer.  Supongo que ahora tengo lo que me merezco, un montón de extraños con un número que piensan que es el mío, un montón de extraños que piensan que merezco la pena, igual que...

Aparecemos. Nos esperanzamos. Nos ilusionamos Nos animamos. Nos enamoramos. Nos encariñamos. Nos apasionamos. Confianza. Amor. Alegría. Confusión. Normalidad. Desespero. Rutina. Nos confesamos. Nos sorprendemos. Nos decepcionamos. Nos alejamos. Nos rompemos. Nos difuminamos. Nos deshacemos. Nos fuimos. Nos queremos.

No creo en “la que está cayendo”. No creo en Gandía Shore. No creo en San Valentín. No creo en el Karma. No creo en el reggaetón. No creo en lo políticamente correcto. No creo en el horóscopo. No creo en la palabra “maridar”. No creo en los que son antipáticos con el camarero. No creo en aquellos que escriben sin tildes. No creo en la carne muy hecha. No creo en los que consultan el móvil en el cine. No creo en ninguna de las 50 sombras de Grey. No creo en el libro digital. No creo en los sitios en los que “está todo el mundo”. No creo en las felicitaciones por Facebook. Creo que es mejor pedir perdón que permiso. Creo en el amor. Creo en el lado frío de la almohada. Creo que lo importante no es caer, sino aterrizar. Creo que todos los días sale el sol, chipirón. Creo que las chicas son guerreras.  Creo en montar las cosas sin mirar las instrucciones. Creo que es mejor ir al cine solo que mal acompañado. Creo que las Crocs son un atentado estético. Creo en los que hacen castillos e...

¿Realmente da tanto miedo crecer? Rotundamente sí. Tengas quince, veinticinco o treinta y cinco. La crisis de los cuarenta queda demasiado lejos y a la misma distancia está la pubertad, pero estamos en hoy, ahora, a día uno de septiembre de 2013, se acaba el verano y empieza la rutina, y con ella el otoño, y le sigue la Navidad y después tu vida se resume en Navidades, Semana Santa y Verano, incluso a veces omitimos la segunda, y sigues creciendo y te plantas a un escalón de los treinta y vuelves a pensar en qué has hecho con tu vida y contigo y das un golpe de estado contigo misma y cortas por lo sano y buscas nuevas aventuras porque han cambiado las apetencias y así sucesivamente buscando la vida que en realidad te gustaría tener y no la encuentras nunca porque eres tú el que está perdido. No tener miedo a crecer y crecer con miedo a encontrarnos. Algún día, de verdad.