Un día te sientas en el sofá de tu casa, con los pies apoyados en la mesa. Suspiras. Te paras. Tienes la mirada perdida. No sabes que hacer. No sabes que te pasa. No sabes por qué no tienes ganas de hacer algo como saltar, reir o bailar. Entonces justo en ese momento alzas la cabeza sonries y piensas "es hora de levantar la cabeza"


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