Que esto no suene a despedida.
Es solo que me apetece cantar y acordarme de que este año he llegado a tiempo. . Han sido 8760 horas llenas de luz, fuerza, amor y un poco de niebla, también. . Me ha hecho falta caerme para saber quién se tumbaría conmigo, quién me empujaría hacia lo desconocido pero estaría al otro lado para que nunca lo hiciera sola. Quien me abriría camino y los ojos un poquito también, demasiado a veces. Y un par de bofetadas porque sigo siendo una niña pero me hago mayor y veo pasar el tiempo y me acurruco en una esquinita para dejar de notar el frío y el vértigo y es ahí cuando más me han abrazado y he notado todo el amor. . Sé que me aterra el hambre y la nostalgia, pero no tanto como el perderte, no tenerte, no sentirte a mi lado, también he aprendido que la guerra siempre es una derrota y que me horroriza, a veces, un poquito la vida, pero otras no tanto. . Ahora sé que la tristeza es un lugar y la melancolía un rincón pero la felicidad un espacio en el que cabemos siempre. . He vu...